Vea los distintos tipos de briquetas de biomasa
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Tipos de briquetas

Las briquetas son biocombustibles (de origen lignocelulósico en la mayor parte de los casos) que sirven para generar calor y que se utilizan en estufas, chimeneas, hornos y calderas para su empleo doméstico o industrial. Son productos totalmente ecológicos y renovables que se catalogan como bioenergía sólida. Suelen sustituir a la leña tradicional debido a sus múltiples ventajas, que ya comentamos en este artículo.
 
Su forma suele ser cilíndrica, aunque no siempre. Por ejemplo, las briquetas de carbón vegetal que se obtienen al compactar polvo o carbón granulado tienen forma de huevo o avellana de unos 12-20 cm de largo. De todas formas, cada proceso y fabricante produce sus briquetas de manera distinta.
 
Otra forma muy extendida es la de sección octogonal, que cuenta con un hueco redondo en el centro y consigue una ignición más rápida. También tenemos el tipo de sección rectangular, ligeramente redondeado en las cuatro esquinas para no desintegrarse con los golpes, que es almacenado mucho mejor porque ocupa menos volumen que el tipo cilíndrico o el de prisma octogonal hueco.
 
Por otra parte, el término "briqueta" puede dar lugar a confusiones ya que puede ser elaborada mediante diversos materiales compactos. La materia prima de la briqueta puede ser biomasa forestal (procedente de aserraderos, fábricas de puertas, fábricas de muebles, fábricas de tableros de partículas, etc), biomasa residual industrial, biomasa residual urbana, carbón vegetal o una mezcla de todas ellas.
 
La materia prima más utilizada en nuestras máquinas es la materia residual, que emerge de la madera, cáscaras de arroz o cacahuete, bagazo de caña de azúcar, restos de bambú, cáscaras de coco y residuos de algodón, entre otros, y se juntan con agua, aunque en algunos casos con otros residuos orgánicos.
 
Sus ventajas más inmediatas son su gran poder calorífico, fácil y rápido encendido, baja humedad, alta densidad, poco espacio, fácil manipulación, son inodoras, ecológicas, homogéneas, limpias y naturales, cuentan con un menor porcentaje de cenizas y no poseen aglutinantes. Además, ni contaminan ni son tóxicas, son recicladas por lo que se evita la tala de árboles y son una fuente renovable fabricada con residuos forestales contribuye a la limpieza del medio ambiente, evitando el efecto invernadero y el cambio climático.
 
Así pues, las briquetas constituyen una importante ayuda tanto para el medio ambiente como para nuestro bolsillo, ya que son sostenibles y nos hacen ahorrar mucho dinero en comparación a otros materiales.