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En el proceso de producción de briquetas de biomasa, lo primero que hay que hacer es cortar o triturar los residuos combustibles. En caso de tener ramas o paja, lo único que necesitaremos es un hacha de mano o de carpintero. Sin embargo, si lo que deseamos es fabricar briquetas con fines industriales, hay que tener en cuenta que el proceso será más largo ya que debemos utilizar otro tipo de herramientas.
Posteriormente, debemos secar la materia prima combustible en un lugar seco y con buena ventilación (secado natural), aunque cabe recordar que este proceso requiere mucho tiempo y que podemos utilizar otro tipo de máquinas de secado artificial.
El tercer paso consiste en mezclar los diferentes residuos e ingredientes aglutinantes a fin de lograr una consistencia y un valor calorífico apropiados. El lubricante usado de motor puede servir para aumentar el valor calorífico de las briquetas, pero también debemos tener en cuenta que puede provocar que se rompan fácilmente. Así pues, es importante añadirlo con precaución para evitar problemas en la formación de las briquetas. Para obtener plasticidad, hay que añadir un aglutinante húmedo y, si utilizamos papel, podemos humedecerlo con agua antes de comprimirlo.
A continuación, prensamos las briquetas y las secamos al aire libre (pero bajo techo) para evitar que se mojen en caso de lluvia. Dependiendo del material aglutinante y de las condiciones del secado, esto puede llevar días y meses hasta lograr las briquetas secas que deseamos. Gracias al proceso de secado, aumentamos el valor calorífico de las briquetas y ahorramos combustible.
Si desea más información sobre cómo preparar su materia prima antes de iniciar el proceso de producción de briquetas, no dude en contactar con nosotros. Estaremos encantados de atender su consulta sin ningún compromiso.
Posteriormente, debemos secar la materia prima combustible en un lugar seco y con buena ventilación (secado natural), aunque cabe recordar que este proceso requiere mucho tiempo y que podemos utilizar otro tipo de máquinas de secado artificial.
El tercer paso consiste en mezclar los diferentes residuos e ingredientes aglutinantes a fin de lograr una consistencia y un valor calorífico apropiados. El lubricante usado de motor puede servir para aumentar el valor calorífico de las briquetas, pero también debemos tener en cuenta que puede provocar que se rompan fácilmente. Así pues, es importante añadirlo con precaución para evitar problemas en la formación de las briquetas. Para obtener plasticidad, hay que añadir un aglutinante húmedo y, si utilizamos papel, podemos humedecerlo con agua antes de comprimirlo.
A continuación, prensamos las briquetas y las secamos al aire libre (pero bajo techo) para evitar que se mojen en caso de lluvia. Dependiendo del material aglutinante y de las condiciones del secado, esto puede llevar días y meses hasta lograr las briquetas secas que deseamos. Gracias al proceso de secado, aumentamos el valor calorífico de las briquetas y ahorramos combustible.
Si desea más información sobre cómo preparar su materia prima antes de iniciar el proceso de producción de briquetas, no dude en contactar con nosotros. Estaremos encantados de atender su consulta sin ningún compromiso.
