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Las briquetas son un biocombustible considerado como un producto 100% ecológico y renovable que además se suele catalogar comúnmente como biomasa sólida. Su forma y su tamaño se ven determinados por su fabricante, del que también depende la longitud del producto.
Tras esta breve introducción, en este artículo hablaremos sobre los principales parámetros de las briquetas, tanto desde el punto de vista físico como desde el químico.
Si hablamos desde el punto de vista físico de las briquetas, los principales rasgos a destacar son la densidad individual y la resistencia a la abrasión de nuestro producto. Para evaluar este parámetro, debe introducir las briquetas en un sistema en el que son sometidas a un movimiento de rotación y, una vez haya finalizado, se pesan las piezas desprendidas de las briquetas (las cuales son separadas a través de tamices vibratorios) para expresar el valor de la resistencia a la abrasión como un porcentaje de la masa de estas partículas sobre la masa inicial de las briquetas que fueron incorporadas al sistema al comienzo de la operación.
Cabe recordar que la densidad y la resistencia a la abrasión de las briquetas influyen directamente en su transporte y manipulación. Si aumenta la densidad, se reducen los gastos de transporte; si crece la resistencia a la abrasión, disminuye la posibilidad de descomposición de las briquetas.
En cuanto a la caracterización química de las briquetas, los componentes básicos son su humedad, su contenido en cenizas, su composición y su poder calorífico. Mientras que la humedad influye en la estabilidad del combustible y en las propiedades del material durante su almacenamiento, el poder calorífico determina la capacidad del biocombustible para ceder calor durante la combustión. De igual manera, la composición de la biomasa y su contenido en cenizas determinan la obtención de estas durante el proceso de ignición.
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